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En la escuela ordinaria, las estrategias educativas son creadas por los profesores. En la educación familiar, los padres tienen que pensar en los objetivos y en su aplicación. Veamos cómo desarrollar una estrategia educativa para los educadores en casa.
Establecer un objetivo como parte de una estrategia educativa. El que se fija objetivos consigue grandes resultados.
La fijación de objetivos es la piedra angular de una estrategia educativa. Un objetivo se entiende como una imagen subjetiva del resultado final del aprendizaje. Establecer un objetivo significa decidir qué y cómo se llevará a cabo el proceso de aprendizaje. Se trata de una forma muy estudiada de organizar y orientar las actividades de los alumnos.
Cualquier objetivo debe estar claramente establecido, ser comprensible, alcanzable, verificable y concreto.
El objetivo de la estrategia de aprendizaje puede ser a corto plazo (para una lección o tema), a medio plazo (por ejemplo, para un curso de una asignatura) y a largo plazo (para varios cursos escolares o el conjunto de la vida escolar).
Por ejemplo, un niño quiere ser astrofísico. Su objetivo a largo plazo es estudiar en una determinada universidad. Alrededor de ella, hay que construir una estrategia educativa: centrarse en la física y las matemáticas, dedicar menos tiempo a las asignaturas no fundamentales, elegir los clubes y asociaciones adecuados, etc.
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Fijación de objetivos
Las tareas surgen de la meta. A diferencia de los objetivos, en tu estrategia educativa puede haber tantos como quieras.
Si el objetivo es comprender un tema, se formulan con las palabras definir, recordar, describir, enumerar, explicar, resumir, discutir, traducir, etc. Si hay que elaborar una acción, son apropiados contar, demostrar, resolver, distinguir, categorizar, etc.
Normas de comportamiento
Habla con tu hijo y anota todos los puntos importantes del camino. Conviene indicar el grado de independencia que se espera de él y si le vas a ayudar. Asegúrate de que te escuchas bien y de que tu comprensión de los fines y objetivos de la estrategia educativa son los mismos.
Después, discute los criterios de logro. ¿Cómo sabrá exactamente que se ha alcanzado la meta y que se han cumplido los objetivos?
Planificar una estrategia educativa
Un plan es la forma en que vas a lograr tu objetivo. En él, hay que pensar en todo el proceso educativo con todo detalle:
- Si el niño será evaluado en una escuela, de qué manera y con qué frecuencia.
- Si el objetivo no está relacionado con el conocimiento general (deportes, ciencia, arte), ¿dónde y de qué forma se obtendrá?
- ¿Cómo estudiará las asignaturas: varias en paralelo, en bloques o con un método de inmersión profunda?
- ¿Cuántas lecciones/temas/tareas/párrafos vas a abordar en un día?
- ¿Va a tomar vacaciones o a estudiar todo el tiempo?
Respondiendo a estas preguntas, es posible elaborar un plan de estudio individual para la semana, el mes, el trimestre, el semestre y el año.
Otras condiciones para lograr el objetivo en la estrategia educativa
Merece la pena pensar en todas las demás opciones.
¿Necesitarán tú y tu educando en casa colaboradores en el camino hacia el logro del objetivo? Si es así, quiénes serán: ¿tutores, escuela online? ¿Quieres recurrir a la ayuda de un tutor?
Las respuestas a estas preguntas te permitirán comprender qué pasos y en qué dirección debes dar al elaborar una estrategia educativa.
Forma de la estrategia educativa
Tú decides la forma en que se creará y almacenará tu estrategia educativa. Puede ser un mapa de ideas, una presentación en el ordenador o dibujos en la pared.
Lo más importante es implicar a tu hijo en el desarrollo de su estrategia educativa en la escuela. A tu hijo le corresponde aprender y explorar sobre la base de este documento.
La estructura de la estrategia no debe ser rígida. Si te parece que hay que quitar o añadir algún elemento, hazlo.
La estrategia de formación no debe ser una constante. Puedes acordar la frecuencia con la que lo revisarás. Por ejemplo, puede ser en intervalos semestrales o anuales.
No olvides que en cualquier momento puedes cambiar no sólo la forma de conseguirlo, sino también los propios objetivos.
La educación en casa ofrece enormes oportunidades para aprender sobre el mundo, y la labor de los padres es mostrarle la mayor parte posible sin obsesionarse con un solo aspecto.
