Se acerca el verano, temporada de vacaciones por excelencia, y tú como Ecólatra y persona que aprecia la naturaleza y que respeta el medioambiente, te preguntas ¿cómo puedo hacer que mis vacaciones sean lo más ecológicas posibles? ¿Existen opciones de turismo en entornos naturales donde el impacto del ser humano sea el menor posible? Pues afortunadamente sí, el ecoturismo ofrece estas posibilidades y muchas otras.
En contraposición al turismo de masas, de aglomeraciones y donde la consideración por el entorno muchas veces brilla por su ausencia, existe el turismo ecológico. Éste se desarrolla siempre en un entorno natural y se centra en el conocimiento de su flora y fauna y la interpretación de su geología, con el foco siempre puesto en la responsabilidad y en su conservación.
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¿Cuáles son los objetivos del ecoturismo?
A pesar de que es un concepto relativamente reciente (se empezó a hablar de este movimiento a finales de los años 80), este tipo de viajes más centrados en la naturaleza enganchan cada vez más a los ecoturistas. De hecho, muchos especialistas afirman que el ecoturismo ha experimentado un desarrollo en los últimos años de entre el 10 y el 15 %, siendo el sector especializado que más rápido ha crecido. Esta progresión también va pareja a otras iniciativas por el cuidado del medioambiente como el reciclaje o un mayor uso de energías renovables que al final hacen que este sentimiento llegue a muchas otras facetas de la vida. Y es que los objetivos del ecoturismo en definitiva se basan en las mismas características de la ecología como pueden ser los siguientes:
- Cuidado y conservación de la biodiversidad, siendo responsable con el uso de los atractivos turísticos.
- Respeto por las comunidades locales y sus culturas, así como favorecer el comercio de la población rural.
- Experiencia educativa para comprender mejor los lugares visitados e inculcar la importancia de su mantenimiento, especialmente en los más pequeños.
* Fotografía de Vicky Hincks en Unsplash
¿Dónde y cómo practicar ecoturismo?
Lo más importante para hacer ecoturismo es preguntarnos si verdaderamente es posible realizarlo en el lugar que queremos. Es decir, ¿es un entorno natural especialmente frágil por los animales que lo habitan? ¿Es un lugar por el que, por las características del terreno, el paso del ser humano puede terminar estropeando el paisaje? ¿Aunque esté permitido realizar ciertas actividades en la zona (vehículos motorizados, por ejemplo), es ético practicarlas? Si la respuesta a algunas de estas preguntas es sí, quizá lo mejor sería no ir. A fin de cuentas, si es un turismo que afecta negativamente a las condiciones de la fauna o del entorno, ya no estaríamos hablando de ecoturismo. Por eso se deben primar grupos pequeños y sobre todo contar con empresas certificadas y especializadas en este sector como agencias de ecoturismo u hoteles ecoturísticos.
El medio rural es el más común para esta práctica, ya que permite un contacto muy directo con la naturaleza y todo lo que ésta puede ofrecernos (ecoturismo rural). Las actividades más comunes son el senderismo, el avistamiento de aves o la observación astronómica y de otros fenómenos de la naturaleza. Pero también se puede aprovechar para entrar en contacto con otras facetas del medio rural que, si resides en una ciudad, seguramente no hayas experimentado. Esto puede ser el contacto con la agricultura y ganadería extensiva o el conocimiento sobre técnicas de cultivo a pequeña escala.
Otros tipos de ecoturismo
Dentro del marco del ecoturismo hay actividades que se pueden salir de lo más habitual, pensadas sobre todo para aquellas personas que buscan vivir emociones más fuertes y descargar adrenalina. Aquí es donde entra el ecoturismo de aventura, donde la naturaleza, el deporte, los retos y un punto de riesgo hacen la combinación perfecta para unas vacaciones inolvidables. En este contexto se pueden englobar actividades como ciclismo de montaña, escalada, rápel o barranquismo. O si lo tuyo son las alturas puedes optar por vuelos en parapente o en ala delta.
* Fotografía de Bryan Thompson en Unsplash
Los mares y océanos son entornos tremendamente atractivos y más desconocidos que la tierra firme, por lo que el ecoturismo marino también es una opción de gran peso dentro de este sector. Algunas actividades como el buceo o los avistamientos de animales marinos son los más habituales, aunque otras prácticas deportivas como el piragüismo o cualquier modalidad de surf también son recomendables para disfrutar en el agua. Por la delicadeza de los ecosistemas marinos, el ecoturismo marino debe estar muy ligado a la sostenibilidad y se debe modificar el entorno lo mínimo posible.
Dónde hacer ecoturismo en España
En España hay una gran variedad de ecosistemas por la diferencia de clima en una gran parte del territorio, pero sin duda las joyas del ecoturismo en este país son los parques nacionales. Un parque nacional es una categoría de área protegida bajo un paraguas legal donde existe la obligación de protegerlo y conservarlo, por lo que se pueden considerar el paradigma del ecoturismo. En España podemos encontrar desde conjuntos de volcanes como el parque de Timanfaya, en Lanzarote, hasta la alta montaña de Picos de Europa en Asturias y Cantabria, pasando por los humedales de Doñana, en Huelva, Sevilla y Cádiz.
En todos ellos se pueden realizar actividades para disfrutar de la naturaleza en entornos únicos.
Hay algunos destinos de ecoturismo internacional
Existen muchos lugares alrededor del mundo en los que puedes ser un turista ecológico, los destinos internacionales más asociados al ecoturismo son Costa rica, República Dominicana, México o Brasil.
* Fotografía de Gabriel Aguirre en Unsplash
Pero sin duda el que más destaca son las Islas Galápagos. Se trata de un archipiélago a casi mil kilómetros decosta cuyo estudio le permitió a Darwin formular la teoría del origen de las especies. Un lugar mágico que se ha convertido en uno de los ecosistemas marinos más populares del mundo al que miles de turistas acuden cada año. Los viajes de buceo se han convertido en uno de los reclamos de las islas y está catalogado como el mejor lugar para bucear del mundo. El ecoturismo submarino también existe y ha crecido durante los últimos años, son muchos los buceadores que eligen las islas ecuatorianas para disfrutar de las decenas de especies marinas que albergan sus aguas.
No es concretamente de buceo y tampoco es una guía de viajes, pero el libro ‘Galápagos, las islas que caminan’ de Natalia Ruiz Zelmanovitch y Silbia López de Lacalle es una narración a dos manos, plagada de magníficas ilustraciones, que representa una profunda y emocionada declaración de amor por la naturaleza y, en definitiva, por la vida.
